Podemos disfrutar de una generosa
antología del puertorriqueño Guillermo Rebollo Gil. Entre sus libros se
destacan Teoría de la conspiración
(2005), Sobre la destrucción (2011), Todo lo que no acontece igual (2015), última llamada (2016), Writing Puerto Rico: Our Decolonial Movement
(2018) y Volador y Niñoselva/El
Feminismo de mi amigo (2020). En el prólogo de Vanesa Contreras Capó, lo
pone en contacto con la escena del Nuyorican Poets Café de Nueva York. Dos
elementos podemos resaltar en la obra de Rebollo Gil. Por un lado la
reivindicación de una herencia cultural, que lo conecta con dicha escena, y por
otro la búsqueda incesante de una identidad personal. Vanesa Contreras lo
resume así: “En la poesía de Rebollo-Gil encontramos afecto y hastío. Nos
muestra su capacidad para enamorarse de la cotidianeidad, mientras condena y
señala lo absurdo de la violencia capitalista que vivimos a diario” (P. 6). Y,
efectivamente, apuntala lo cotidiano como relato (Kenny Omega, Azucenas) y
es ahí el punto de unión entre estos dos grandes temas: “Mi nombre es
Guillermo. / Yo no me conozco. no me respeto, / me mantengo alejado de mí mismo
/ porque tengo prohibido hablar con extraños” (prólogo); “desde donde la suma de los días resulta en torpe
acumulación de para ti he pedido las coordenadas de mi cotidianeidad” (where i’m calling from).
Otra de las
herramientas para reconstruir la identidad engarzada en la herencia es el
recurso a lo común, a los medios de comunicación, a la cultura popular, al
cine: “Yo, / si fuera sicario, / guardaría mis armas en una caja de guitarra, /
como en El Mariachi” (accept the good);
“Vamos a jugar a que soy un agente súper
secreto / y te mato a traición, a suponer /…/ si nos matamos empate, nuestros
fantasmas / poseen diversos poderes, / el mío cruza paredes para llegar a ti, /
el tuyo me espera pacientemente” (shook
ones); “los únicos versos que puedo
citar / de Whitman son / O Captain! My Captain!//¡Gracias Robin Williams!” (Los elementos); “Magneto joven, Ginsberg
la noche que escribió «Howl» / Basquiat a los 25 años, / Kurt sin Courtney” (Coordenadas) y muchos más nombres: “Mucha
gente lo hace para escapar de sus familias, / cambiar de identidad: Tommy
Ramone nació / Tama Erdelyi. Luego se juntó con Joey, / Dee Dee y Johny. Vaya
familión. // Mi band de ensueño se llamaría El Man”. Juega el autor con los
modos posmodernos de intertextualidad e ironía, de citas pop y uso del inglés como
las Cartas a Freddy Mercury o las menciones a Cortázar, El Principito,
Mallarmé, Strokes, Anselma Berrigan, Pizarnik, Foster Wallace y Bolaño para
cerrar.
No deja, por
otra parte, de hacer referencias a la poesía beat, tanto en las formas como, y sobre todo, en la actitud: “Estoy
llorando todo el tiempo ahora. / [traducción de Ginsberg]/El poema se titula «Lágrimas»,
/ de 1956. Termina con la palabra Paterson. / [Traducción: Padre e hijo]// La
Felicidad existe, lo siento. / Debes leer «la siento»”; “El
próximo Bukowski caribeño” (I’m the
drunk, You’re the Star). La relación con la poesía puede ser tempestuosa para
el autor. Guillermo Rebollo a veces se siente cómodo y desconfiado a la vez: “todos
mis poemas son como un gran poema / largo, sin saber cómo titularlo” (El libro de Ariadna); “Cuando los poetas
no / tienen de qué más escribir, escriben de las / ciudades que visitan / para
leer su poesía” (los elementos); “De
lo que más pavor me provoca como poeta // es dedicarle la vida entera a mi
poesía” (La poesía de Lina es hermosa).
El
distanciamiento adquiere un tinte irónico para no toarse demasiado en serio a
uno mismo: “La poesía francesa es un gas / mentira la chilena / en realidad sé
muy poco de la escena literaria de Haití” (Everything
turns into writing a name for a day); “un poema no es una pipa pero
conviene fumar / con tal de hacer algo con las manos – / música bombas café /
lo que sea // quiero decir globos / esto no es un poema político / en el
sentido / de hacer un comentario sobre nuestra actualidad” (first impressions of earth). Una
reflexión más extensa y, sobre todo, conectada a la paternidad está en Tres impresiones: “Yo escribo poesía
descalzo porque estoy descalzo cuando estoy en casa que es donde más escribo
poesía /…/ Y esto es quizás lo que verdaderamente quiero decir, la poesía no es
un hijo /…/ Mi acercamiento a la poesía comienza aquí: buscando adentro y
afuera de mí las cosas que no son como la poesía, que no son como el carro de
fuego, que no son como este lugar donde estar es un derecho a acercarnos al
mundo para aprender a compartirlo” (Tres
comentarios). Una de las referencias más evidentes es la de Martin Espada,
al que cita al inicio de Yvonne: “tú
te diste la tarea de amar a un hombre / cuando el amor mismo no había roto su
himen, / inadvertida de las posibles consecuencias de este crimen”. Algunos de
los poemas largos tienen un claro sentido a Espada.
Dejando de
lado las intenciones generales que subyacen en la poesía, es innegable
eltalento poético para atraernos hacia imágenes de cierta belleza inquietante “quiero
niños contigo para criar en una burbuja / y explotarla: mira, un rifle!” (the countless inexhaustible manifestations
of the best we have); “5:15 hora de comprarme un reloj / que voy tarde para / el llanto”
(Yesterday, you said tomorrow); “Pocas
veces / me he sentido / grande // pero hoy / me enterré // un rascacielos / en
el pie” (A poem for the occasion); “digo
tu nombre / como el título de una canción / que no alcanzo a recordar” (fire sale); “la única poesía son dos o
tres destellos / torcidos de cualquier cosa, un pajar, / una palita, mátame” (teoría del color gris). O se zambulle en
la realidad social: Cartografía (II)
o Proclamación de una dependencia independiente:
“somos la gran partida de inútiles, / comprometidos con la escalera /
burocrática / que estratifica nuestra ignorancia” (blanquito de cana); “Quien escribe tiene puesta una camisa de linterna
verde. / Y eso le resta credibilidad al gobierno. /…/ De morir heroicamente,
luego de secuestrarse a sí mismo. / Eso” (Informe
de logros).
Gran título: (todo el mundo existe para concluir en un libro)
“Hay algo en el ambiente conjuntamente
animal que seremos
a manera de obsequio brevemente atravesados
de origen y consecuencia
de par en par,
descubiertos” (A.M. at all times)
Varios poemas sobre la paternidad como
elemento fundamental para el cuestionamiento personal: “Yo todo / lo aprendí /
a jugar / ya vencido” (Teoría del juego);
“Mi nombre es Guillermo y tengo un hijo, dos perros, tres cuartos, baño y
medio, / una renta de mil cien dólares miti miti con mi compañera, / la tengo a
ella /…/Uno, como papá, se inventaba estas cosas. / De lo contrario, no podría
explicar / por qué estoy llorando”; “Algo le pasa a un nija cuando es padre”; “Yo te llamo chicken y cuchifrito tu mamá”; “Desde que llegaste estoy que no quepo en mis
poemas mas / siempre podrás encontrarme aquí”.
No es más
que insistir en la lucidez de quien no termina de creerse el mundo de la
literatura “Una vez en El Hipopótamo un escritor me dijo –a propósito de mi
poesía– que le faltaba pensamiento” (La
maca de agua en la arena) y sabe que la realidad y la vida están fuera de
las líneas: “Cambiemos leer por vivir. / Cambiemos vivir por no saber en qué
parte del riesgo se ha ido para salir unos pocos días tras él”. Cindy Jiménez
Vera el texto que cierra el volumen lo recuerda: “Cubre su pies con versos
encontrados, found poems, escritos en Sharpie en los recovecos de sus tenis”
(Cindy Jiménez Vera, p. 113). Caminemos en sus zapatos.
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