Bajo el paradójico nombre The The, cuya traducción podría ser Los Los, se esconde un genio del pop llamado Matt Johnson. Tras
múltiples tentativas en solitario grabó uno de los más maravillosos álbumes de synth-pop de los 80, Soul Mining. No sólo por alguna de sus
extraordinarias melodías, el disco me tiene enganchado todavía por algunas de
sus certeras letras. ¡Cuánto me ha acompañado This is the day!
[1].
Con una sabiduría poco común se preguntaba en Giant, la canción que
cierra el lp, “¿Cómo puede alguien conocerme / si ni siquiera me conozco yo?”.
Grandes singles, grandes canciones como Uncertain smile. No
me extraña que me haya levantado con esta canción en la cabeza.
Sonrisa
incierta. ¡Qué sugestivo título! No sólo es atractiva la sonrisa, también
influye esa sensación de incertidumbre, que no es más que un riesgo cierto. Los
niveles que somos capaces de tolerar en cuanto a la incertidumbre dependen en
último caso de la personalidad concreta de cada cual, pero, como insisten
muchos sociólogos actuales, también hay sociedades más propensas al riesgo y
otras que procuran reducir el margen que nos depara el futuro a los menores
límites posibles. Hay sociedades en las que prima la repetición del pasado y se
recela de toda novedad. En la nuestra, según parece, el cambio es el motor de
un progreso seguro. La inseguridad es un valor al alza. Los negocios que son
capaces de asumir mayores riesgos son los que proporcionan mayor rentabilidad.
La creatividad, según un místico anuncio de bebidas alcohólicas, es salirse de
lo establecido. Nadie ha hecho una obra maestra, sostiene, repitiendo lo que
han hecho los demás.
Dejando
de lado lo ridículo que resulta tanta parafernalia filosófica que incita a
salir de la zona de confort para anunciar una simple bebida, hay que hacer
notar que el ejemplo visual que se ofrece es un ejemplo bocabajo de action painting, de dripping popularizado por Jackson Pollock. La innovación como valor
en el arte es sólo una de las maneras de entender el valor de una pieza
artística. Las vanguardias, ese fugaz movimiento que pugnaba por ser los
primeros en probar una técnica, una filosofía, un tema…, tuvieron su momento y
recuperar su filosofía no deja de ser un revival.
En realidad, prácticamente toda la historia del arte ha tenido como finalidad
recuperar el arte de los antiguos, repetir los mismos temas, con las mismas
técnicas, encajarse en una tradición. En un sentido machadiano, más originales
que novedosos.
Para el
sistema económico y social que se nos avecina, parece sensato acomodarse a una
inseguridad constante, a un cambio eterno, a un aprendizaje continuo porque ya
nada está pensado para durar, ni la ropa, los muebles, los puestos de trabajo,
las ideas filosóficas… Y más nos vale irnos acostumbrando al cambio y la
incertidumbre. Luchar por la seguridad en el trabajo o para el medio ambiente
se está convirtiendo en un nuevo conservadurismo. Los conservacionistas acaban
en el mismo saco que los sindicalistas que reclaman un puesto de trabajo para
toda la vida, unas pensiones aseguradas, una sanidad sin sobresaltos… Todos son
tachados de reaccionarios, mentes estrechas incapaces de adaptarse a los
cambios. En cierta manera, perezosos que se acomodan. Ya se ha convertido en un
tópico repetir con del manifiesto comunista, que todo lo sólido se desvanece en
el aire, de Marshall Berman a Antonio Muñoz Molina.
Fernando
Broncano lo ha explicado mejor esta semana en su blog,
además de los valores indiscutibles de libertad e igualdad, los seres humanos
necesitamos una seguridad. Atentar contra esa seguridad, hacer dudar sobre las
certezas del futuro es un arma poderosa para hacer más acomodaticios a los
trabajadores, una manera de mover los objetivos de la diana política. Mientras
que se habla del cambio y la crisis como oportunidad, aquellos que son los
perdedores, los descontentos de la modernidad como los llamó Bauman, se vuelcan
contra los que más cerca ponen en peligro sus formas de vida: emigrantes,
políticos, sindicalistas ineficaces… El populismo, por ejemplo, puede surgir de
ahí. Los mensajes catastrofistas de una parte de la izquierda no han hecho sino
aumentar la agitación hacia la incertidumbre.
Podría
todo esto estar relacionado con la vuelta a las tradiciones, a esos bucles
melancólicos que tanto gustan a los nacionalistas, a nuevas formas de
socialidad que recuperen parte del tejido social que está en peligro. Lo mismo,
pero de otro modo. Las nuevas tecnologías al servicio de causas del pasado.
Por
otra parte, se ha creado una desconfianza radical hacia las bondades de los
proyectos, ya sean tecnológicos o utópicos. Se rechazan los edenes que se
prometen, prefiriéndose lo malo conocido. La capacidad de ilusión de los
proyectos políticos está en franca decadencia. No hay más que ver el escaso eco
que la celebración de la revolución rusa está teniendo. Ni siquiera una ola de
revisionismo que distinguiera una “buena” revolución de los excesos
estatalistas y estalinistas, como sucedió con la revolución francesa en su
momento. La motivación política, el catalizador en estos momentos tiene la
forma de un reactivo, una reacción, “indignaos”, la protesta, “no nos representan”
… Del futuro no puede venir nada bueno como no ha venido nada bueno del pasado.
Nos mienten ahora y nos mentirán en el futuro.
No me
extraña que desde los programas del corazón se haya puesto de moda decir,
cuando algo no es verdad, no que es falso, sino que es incierto. Lo incierto,
aquello de lo que no tenemos la certeza, es, ciertamente, lo falso.
[1] (You could've done anything /
If you'd wanted / And all your friends and family / Think that you're lucky / But
the side of you they'll never see / Is when you're left alone with the memories
/ That hold your life / Together like / Glue. Podías haber hecho
cualquier cosa / si hubieras querido / y todos tus amigos y familia / piensan
que tienes suerte / pero la parte de ti que nunca ven / es cuando quedas a
solas con los recuerdos / que mantienen tu vida / pegada como / pegamento).
Aunque tienes razón en tus comentarios, cómo siempre cargados de ironía, este texto es difícil de entender. Lo he tenido que leer varias veces. De todas formas gracias por aportar tu visión.
ResponderEliminarGracias por la recomendacion musical, el disco esta muy bien.
ResponderEliminarSería posible que además de deleitarnos con tus "escritos" con recomendaciones musicales?
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