Coordinada por Isabel Marina, llega la tercera entrega de la revista Ítaca, en esta ocasión editada por BajAmar. En este número encontramos artículos y creación literaria así como reseñas. Andrés Calvo, psicólogo de la Universidad de Ruhr, reflexiona sobre la relación entre la escritura como cura, “como bálsamo reparador de las heridas emocionales” y se detiene en los poetas suicidas, Sata Teasdale, Virginia Woolf, Sylvia Plath o Safo. A continuación Hilario Berrero presenta, selecciona y traduce unos poemas de la neoyorquina de adopción Sara Teasdale, quien requería mayor difusión: “Oh, sumérgeme en amor, apoya / mis sentidos, déjame sorda y ciega, / arrastrada por la tempestad de tu amor, / una candela en un viento precipitada” (No soy tuya); “Cuando esté muerta y sobre mí abril brillante / agite su cabello empapado de lluvia, / aunque tú te inclinases sobre mí con el corazón roto / no me importará” (No me importará).
A continuación, Ángel Alonso selecciona y traduce a dos poetas portuguesas, Golgona Anghel y Margarida Vale de Gato. Los lazos poéticos con el país vecino siempre deben ser reivindicados y no solo por las grandes figuras como Pessoa o Eugénio de Andrade. Golgona Anghel se muestra descarnada: “Todo lo que no es literatura me aburre –/se quejaba un checo muy conocido. / Nuestras vidas, además, deberían ocurrir siempre en el futuro, / donde, en el fondo, suceden las novelas”; “el alquitrán diluye las horas / como un paracetamol efervescente”. Margarida Vale de Gato, en cierta forma también se recrea en esas sensaciones negativas: “Nosotros y nuestra inmensa angst” (Numa); “…María guardaba todas estas cosas / en su corazón; yo soy el turista tengo un objetivo / autofocus y los rollos ya no se revelan” (Catarina); “por la noche a tu cuerpo amor mío yo / también soy un barco sentada en tu vientre / soy un mástil” (Larga distancia).
Alberto Fernández Carbajal recopila la poesía africana en lengua inglesa, desde Langston Hughs (1902-1967), Maya Angelou, Derek Walcott, Grace Nichols o Jackie Kay. Entre los seleccionados se encuentran poemas potentes reivindicando la especificidad y la pertenencia: “También yo canto a América /…/ También yo soy América” (Hughes) o el famoso Aún así me alzo de Maya Angelou: “Yo soy el sueño y la esperanza del esclavo. / Me alzo. / Me alzo. / Me alzo”. El premio nobel Derek Walcott evidencia esta dicotomía en La llamada lejana de África de Walcott: “¿Cómo escojo / entre esta África y la lengua inglesa que amo?”. Se recogen también otros temas en poemas tan conmovedores como Me estoy convirtiendo en hiedra de Goodison o Derby de Jackie Kay: “Los muertos todavía están aquí, cogidos de nuestra mano”.
La sección de creación incluye poemas de Dalia Alonso, de Yasmina Álvarez (“Me escribe a mano. Con tinta indeleble me traza / –siempre con mi dedo– las curvas ascendentes /…/ Me adorna. Me caligrafía. Me escribe a mano, sí. / Y lo escrito, dicen, permanece”, Scripta manent). Poemas de la búlgara Zhiuka Baltadhieva y de Alfonso Brezmes (“Estas son tareas que algún dios / me dio para poder soñarlo; / o, tal vez, los dones de un demonio / menor me concedió para alejarme / de Dios, del Demonio y de mí”). Una contundente Ángeles Carbajal (“He vivido, con implacable amor desesperado, / auscultando los adioses de los días, / recogiendo manzanas y haciéndolas girar ante mis ojos. /…/ Quisiera decirle algo a la niña que me mira. / Algo que no sé”, Algo que no sé) y ejemplos de las últimas creaciones de José Cereijo, Alfredo Garay (“No se respetan edades ni sexos / ni creencias ni sueños. / Reina el dolor entre los vivos. / Reina el silencio”); Christian David López, Corina Opoal (“porque jamás tuve un primer amor / porque jamás escribí un primer verso”) y María José Rocero.
Por último, se incluyen las reseñas de Carmen Yáñez (Sin regreso, BajAmar, 2020) por Carmen Cabeza, de Raquel Vázquez (Aunque los mapas, Visor, 2020) por Jesús Cárdenas, de Mónica Manrique (Devoción de las olas, Isla Negra-Crátera, 2020) por un servidor, de Jesús Cárdenas (Los falsos días, Alhulia, 2019) por Yolanda Izada y de Pablo Núñez (Tus pasos en la niebla, Renacimiento. 2020) por Isabel Marina.
Enhorabuena por el número y esperamos que continúe la poesía.
Muchísimas gracias, Javier.
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