El poeta limeño Kevin Castro
(1993) tiene publicados dos poemarios Los
tiempos jurásicos (2013) y Norcorea
(2016), es también editor de la revista Mutantes y la editorial CACA. Nos enfrentamos aquí a un
ejercicio de rebeldía en el que la ironía y lo cáustico son las principales
bazas. Quizás haya pocos lugares donde reivindicar la libertad con más
imperiosa necesidad que en Corea del Norte. Abriendo con una cita de los
Babasónicos, entre las páginas se propone una distopía, un universo más propio
de la ciencia ficción, donde las leyes del verso son levantadas como las leyes
de la normalidad y el consenso: “y todo es como decir: ¡gracias’, / pero
diciendo: ‘triste’” (A pesar de los
intentos desesperados de la ciencia nadie puede ser un personaje de sci-fi).
Radicalmente
incardinado en lo contemporáneo no duda en jugar con elementos tecnológicos o
de la cultura pop para hibridarlos con los sentimientos de una generación
desorientada y una protesta emocional continua “los poemas que te escribo son
equivalentes a pequeñas flores que alguien vende en internet para que nadie
finalmente compren” (No rolling stone). Si Germán Coppini coleccionaba moscas,
Kevin Castro se rodea de ellas, “hay moscas volando en mi cuarto mientras
intento escribir un poema como un e-mail para mí mismo” (Norcorea). Claras referencias al espíritu de la Beat Generation :
“me han vencido / antes de cumplir veinte” (Las
flores no son accesorios de oficina). Un poco de Horses de Patti Smith, un
poco Dylan (“El Señor me dijo: ‘deja eso’ / luego ‘aprisiona tu amor en una
botella de Coca-cola”, Guía de viajes)
Urgencia,
sinsentidos, collages, fotos, poemas, cartas (Guía de viajes), relatos… guiones (Voy a cubrir la historia más jodida del mundo. Será un film de 1h 30
min), una mezcolanza impresionista como el desorden de una habitación
adolescente: “Estoy haciendo una lista larga de cosas que no tengo y que quiero
regalarte de todas maneras” (El día que
almorzamos yogurt y cereal en barrio la sensación térmica es de 21º). Adolescente
es también el angst que subyace en el
yo poético: “tengo 33 razones nuevas para no suicidarme”; “Debajo de mí / la
poesía tiembla. / Y los cultivos de bacterias / y los montones de mierda” (Guía de viajes).
“En nuestro sueño
yo me llamo Juan y he escrito un libro
mi libro lo
leen todos los chamanes antes de curar
extraen el
cebo de la boca
quitan la
lagaña a los caimanes
besan la
tierra y respiran humo blanco”
Entre sus versos aparecen
homenajes al poeta ecuatoriano Ernesto Carrión, San Juan de la Cruz, The
Smiths, Beach Boys, Pink Floyd, Daviz Meza, poeta mexicano, K. Cobain, Buda,
Washington Cucuto, argentino; Janis Herraud, poeta y guerrillero peruano (
“debajo de mi voz / llevo un canto ácido / que escupo y hace agujeros en las
paredes” El río, Javier Heraud);
Rimbaud, Patti Smith, Luna Miguel…
Voluntariamente
provocador e irreverente, “Santa colonia sabe que yo quiero follarte luego de
bailar / con infinita ternura bajo los árboles de cualquier parque y sabe que
cuando te coja y me corra sobre ti / descubriré por fin QUÉ SUEÑAN LOS SANTOS
CUANDO SUEÑAN” (Santa Colonia), en
sus versos conviven sin problema He Man con Visnu o Viracocha, Starbuck,
Disney, Phineas y Ferb
“:: las
ruinas no son poemas
el tiempo los
ha destruido:: pachacamas es distinto de un centro comercial como el jockey
plaza
pero tiene
una estructura similar
/…/
en pachacama
–de lunes a vienes– hay mucho silencio
puedes
concentrarte en lo que piensas
/…/
fui a la
ruinas
/…/
pensé:
pachacamas pudo haber sido un centro comercial si los inkas hubiesen
descubierto el capitalismo
/…/
ir a las
ruinas de Pachacama
buscar un
poema
en tiendas de
electrónica
entre las
piedras del suelo
busca el
camino hacia el mar”
La carretera central es una mierda (Volcán) tiene las
característica de una narración onírica y esta técnica se repite a menudo, muy
a decuada para el mensaje del sinsentido de la existencia (“He soñado contigo
escribiendo una carta / una larguísima carta en la cual me dice que tengo los
ojos como el fondo de una lata de Red Bull”, Huayno). En el excelente Mi
vida ya no es lo de antes aborda de una manera más clara la injusticia del
mundo.
“miro a la
poesía y es una fuerza gravitacional y quiero asirle entre mis manos y quiero
de la poesía tantas cosas y tan poco
quiero de la
poesía la saliva de tu boca
quiero de la
poesía el poder mágico de los chamanes de las montañas
quiero de la
poesía el lenguaje de los chamanes de la montaña
quiero de la
poesía el lenguaje de las frutas que muerdes mientras lees los libros de
roberto bolaño” (No rolling stone)
Manual para sobrevolar cosas sin importancia mientras se escucha rock
alternativo con headpones de Skullcandy tiene un lejano parentesco con la
poesía de Juan Carlos Mestre. También Kevin Castro reflexiona sobre la poesía
misma y la vida como poesía: “Si te beso hoy a las 2:35 am me dirás que es una
metáfora y yo estaré deprimido por culpa de la literatura m/…/ escribo: ‘Unión
Soviética’ y ‘potencia mundial’ cuando quiero decir ¡jamás habrá un pájaro azul
dentro de mi pecho’” (Aunque sé que el
mejor café lo sirven en la av Rissa iré a Starbucks contigo y pediré moca).
Norcorea
es un torbellino incesante, un bombardeo de imágenes, textos, palabras,
sugerencias, donde los largúisimos textos pueden ser en sí mismos poemas, con
la misma agresiva fuerza que tienen las líneas siguientes. Kevin Castro golpea
y reflexiona. Da un paso a tras, imagina un nuevo mundo:
“perder por no poder escribir algo que merezca la pena” (Aunque sé que el mejor café lo sirven en la
av Rissa iré a Starbucks contigo y pediré moca)
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