martes, 22 de octubre de 2019

Reseña de Kevin Castro: ‘Norcorea’. Ediciones Liliputienses. 2018


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El poeta limeño Kevin Castro (1993) tiene publicados dos poemarios Los tiempos jurásicos (2013) y Norcorea (2016), es también editor de la revista Mutantes y la editorial CACA. Nos enfrentamos aquí a un ejercicio de rebeldía en el que la ironía y lo cáustico son las principales bazas. Quizás haya pocos lugares donde reivindicar la libertad con más imperiosa necesidad que en Corea del Norte. Abriendo con una cita de los Babasónicos, entre las páginas se propone una distopía, un universo más propio de la ciencia ficción, donde las leyes del verso son levantadas como las leyes de la normalidad y el consenso: “y todo es como decir: ¡gracias’, / pero diciendo: ‘triste’” (A pesar de los intentos desesperados de la ciencia nadie puede ser un personaje de sci-fi).
                Radicalmente incardinado en lo contemporáneo no duda en jugar con elementos tecnológicos o de la cultura pop para hibridarlos con los sentimientos de una generación desorientada y una protesta emocional continua “los poemas que te escribo son equivalentes a pequeñas flores que alguien vende en internet para que nadie finalmente compren” (No rolling stone). Si Germán Coppini coleccionaba moscas, Kevin Castro se rodea de ellas, “hay moscas volando en mi cuarto mientras intento escribir un poema como un e-mail para mí mismo” (Norcorea). Claras referencias al espíritu de la Beat Generation : “me han vencido / antes de cumplir veinte” (Las flores no son accesorios de oficina). Un poco de Horses  de Patti Smith, un poco Dylan (“El Señor me dijo: ‘deja eso’ / luego ‘aprisiona tu amor en una botella de Coca-cola”, Guía de viajes)
Urgencia, sinsentidos, collages, fotos, poemas, cartas (Guía de viajes), relatos… guiones (Voy a cubrir la historia más jodida del mundo. Será un film de 1h 30 min), una mezcolanza impresionista como el desorden de una habitación adolescente: “Estoy haciendo una lista larga de cosas que no tengo y que quiero regalarte de todas maneras” (El día que almorzamos yogurt y cereal en barrio la sensación térmica es de 21º). Adolescente es también el angst que subyace en el yo poético: “tengo 33 razones nuevas para no suicidarme”; “Debajo de mí / la poesía tiembla. / Y los cultivos de bacterias / y los montones de mierda” (Guía de viajes).
                                               “En nuestro sueño yo me llamo Juan y he escrito un libro
mi libro lo leen todos los chamanes antes de curar
extraen el cebo de la boca
quitan la lagaña a los caimanes
besan la tierra y respiran humo blanco”
Entre sus versos aparecen homenajes al poeta ecuatoriano Ernesto Carrión, San Juan de la Cruz, The Smiths, Beach Boys, Pink Floyd, Daviz Meza, poeta mexicano, K. Cobain, Buda, Washington Cucuto, argentino; Janis Herraud, poeta y guerrillero peruano ( “debajo de mi voz / llevo un canto ácido / que escupo y hace agujeros en las paredes” El río, Javier Heraud); Rimbaud, Patti Smith, Luna Miguel…
Voluntariamente provocador e irreverente, “Santa colonia sabe que yo quiero follarte luego de bailar / con infinita ternura bajo los árboles de cualquier parque y sabe que cuando te coja y me corra sobre ti / descubriré por fin QUÉ SUEÑAN LOS SANTOS CUANDO SUEÑAN” (Santa Colonia), en sus versos conviven sin problema He Man con Visnu o Viracocha, Starbuck, Disney, Phineas y Ferb
“:: las ruinas no son poemas
el tiempo los ha destruido:: pachacamas es distinto de un centro comercial como el jockey plaza
pero tiene una estructura similar
/…/
en pachacama –de lunes a vienes– hay mucho silencio
puedes concentrarte en lo que piensas
/…/
fui a la ruinas
/…/
pensé: pachacamas pudo haber sido un centro comercial si los inkas hubiesen descubierto el capitalismo
/…/
ir a las ruinas de Pachacama
buscar un poema
en tiendas de electrónica
entre las piedras del suelo
busca el camino hacia el mar”
La carretera central es una mierda (Volcán) tiene las característica de una narración onírica y esta técnica se repite a menudo, muy a decuada para el mensaje del sinsentido de la existencia (“He soñado contigo escribiendo una carta / una larguísima carta en la cual me dice que tengo los ojos como el fondo de una lata de Red Bull”, Huayno). En el excelente Mi vida ya no es lo de antes aborda de una manera más clara la injusticia del mundo.
“miro a la poesía y es una fuerza gravitacional y quiero asirle entre mis manos y quiero de la poesía tantas cosas y tan poco
quiero de la poesía la saliva de tu boca
quiero de la poesía el poder mágico de los chamanes de las montañas
quiero de la poesía el lenguaje de los chamanes de la montaña
quiero de la poesía el lenguaje de las frutas que muerdes mientras lees los libros de roberto bolaño” (No rolling stone)
Manual para sobrevolar cosas sin importancia mientras se escucha rock alternativo con headpones de Skullcandy tiene un lejano parentesco con la poesía de Juan Carlos Mestre. También Kevin Castro reflexiona sobre la poesía misma y la vida como poesía: “Si te beso hoy a las 2:35 am me dirás que es una metáfora y yo estaré deprimido por culpa de la literatura m/…/ escribo: ‘Unión Soviética’ y ‘potencia mundial’ cuando quiero decir ¡jamás habrá un pájaro azul dentro de mi pecho’” (Aunque sé que el mejor café lo sirven en la av Rissa iré a Starbucks contigo y pediré moca).
                Norcorea es un torbellino incesante, un bombardeo de imágenes, textos, palabras, sugerencias, donde los largúisimos textos pueden ser en sí mismos poemas, con la misma agresiva fuerza que tienen las líneas siguientes. Kevin Castro golpea y reflexiona. Da un paso a tras, imagina un nuevo mundo:
“perder por no poder escribir algo que merezca la pena” (Aunque sé que el mejor café lo sirven en la av Rissa iré a Starbucks contigo y pediré moca)

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