No, no
es este un artículo de esos de al-revés-te-lo-digo-para-que-me-entiendas, ni
pretendo hacerme el gracioso. Es que últimamente estoy quizás demasiado
suspicaz y descreído. Parece que la campaña electoral ya ha empezado, y vamos a
tener unos meses saturados de mensajes y mentiras, que si las municipales, que
si las generales, que si adelantamos las autonómicas… Todos los partidos van a
intentar rentabilizar lo que puedan. Es una lástima que se dedique muchísimo
más tiempo y muchos más recursos a maquillar la verdad que hacer realidad los
programas.
Los
directores de campaña ahora están más pendientes que nunca de las encuestas, de
los sondeos, de investigaciones sobre las preocupaciones, los problemas, la
visión de los ciudadanos. Pero no para elaborar mejores políticas, sino para
convencerles de que cada uno de ellos es quien mejor va a resolver, si no ha
resuelto ya, la crisis en España y Europa (que Grecia nos queda cerca).
Me
llama la atención cómo poco a poco van cambiando las preocupaciones de los
españoles según las encuestas del Centro
de Investigaciones Sociológicas. Este organismo es dependiente del
Ministerio de Presidencia, no es una auditoría externa, y probablemente “cocinarán”
los datos para que salga a la luz aquello que al gobierno sólo lo que interese
y de la manera que interese. “Cocinar” una encuesta es manipularla, y puede ser
mediante un sesgo en el muestreo, las preguntas como por la manera en la que se
agregan los datos, o las extrapolaciones con las que concluyen. Por ejemplo, se
puede preguntar si se está preocupado por el terrorismo y marcar diferentes
casillas, “mucho”, “poco”, “nada”… Al dar los resultados se suman los del “mucho”
con los de “poco” si lo que interesa es recalcar que preocupa el terrorismo. Si
queremos pasar como país tranquilo, se sumarán los “poco” con los “nada”, para
dar la impresión de que no nos preocupa en absoluto. En fin, un peligro.
Entre
las preocupaciones de los españoles está el paro, la crisis, los recortes, la corrupción,
el terrorismo, los políticos… Cambia un poco cada vez, pero en los noticiarios
se resaltan sólo las primeras, las dos primeras si interesan, las tres primeras
si vienen bien, las diez primeras si con ello sacamos ventaja.
Por lo
que parece a los españoles les preocupa el paro (75’5%), la corrupción y el
fraude (60%), 24’9%, problemas de índole económica, los políticos (21%) y así
hasta los recortes (2’8%) por ejemplo. Viendo la precisión con la que agregan se
puede dar uno cuenta de que se podían unir varios indicadores: sanidad (10%)
con los recortes, con las infraestructuras, problemas de índole social (10%),
funcionamiento de los servicios públicos. O los bancos, las hipotecas y los
desahucios. De esta manera pierden fuerza en el cómputo total.
Yo
imagino que a los jefes no se les engaña y ellos ven los datos sin maquillar. Y
toman las decisiones de las campañas de información. Poner el acento en que las
preocupaciones económicas pierden peso frente a los problemas de corrupción o
fraude les da pie para incidir en que los españoles ya no están preocupados por
la economía.
No creo
que sean capaces de hacer conscientemente un gambito y ofrecer a alguno de sus
cargos, diputados, alcaldes o concejales como ofrenda al sacrificio por el bien
del partido. Supongo más bien que ante la inevitabilidad de las medidas
judiciales, se aproveche la jugada para desviar la atención.
No creo
que lo hagan a conciencia, en primer lugar porque no los veo tan inteligentes.
No pueden ser tan listos si necesitan tantos asesores. La prueba estuvo en las
reacciones ante Podemos, que no tienen ni idea de cómo atajar y atacan por
todos lados, aunque sean contradictorios sus argumentos.
Por
ejemplo, la trama Gürtel o la operación Púnica centran la atención en, según el
PP, “algunos” que se han querido aprovechar del partido. Según Rajoy, no es una
trama del PP, sino “contra” el PP. Es de una desfachatez impresionante, como
también es una desfachatez importante que el auto no considere al PP como
financiado ilegalmente, sino como beneficiario. No sabía nada, pero debe
devolver el dinero. Una ingenuidad de un partido en el gobierno que asusta
tanto como considerarlo perverso.
Probablemente
el juicio se demore, las penas se reduzcan, haya recursos y al final
beneficios. Las personas concretas purgarán, como se supone que lo está
haciendo Matas, pero el partido seguirá incólume. Antes de las elecciones se
cierra la instrucción, pero el juicio llegará probablemente después. Ahora los dirigentes
del PP podrán presumir de que son un partido limpio y que se libra de estos
elementos indeseables. Vamos, que debemos estar orgullosos de ellos.
La
avalancha de noticias sobre corrupción, Jaume Matas, Urdangarín, los Pujol, los
EREs, las decenas de ayuntamientos son el bosque que nos impide ver más allá.
Aunque la corrupción sea un grave problema, y nos haya hecho pagar a los
españoles mucho más de lo que conseguíamos, la crisis no se origina por estos
corruptos, ni, por supuesto por que hubiéramos vivido por encima de nuestras
posibilidades, sino que esta estafa llamada crisis, tomando como excusa cualquier
cosa (en España la burbuja inmobiliaria, en Grecia, los desfases contables
oficiales, en EEUU la quiebra de Madof, etc…) ha servido para dinamitar los
derechos de los trabajadores y pensionistas, para sumir en la pobreza a cada
vez más gente, a crear una nueva clase social, el precariado, que no puede
siquiera subsistir por la poca calidad del trabajo que apenas consigue, a
destruir todas las esperanzas de cambio.
El caso
es que ya no se habla en los noticiarios de las mareas blancas, de las
protestas contra los recortes, del asesinato de las pensiones, de que los
contratos laborales sean un abuso, de que a los docentes andaluces nos sigan
sin pagar la paga extra, que se eliminen prestaciones sanitarias, que vayan
desapareciendo de las listas de dependencia muchos por causas naturales o
porque simplemente se les recalifican. Como los solares en la burbuja
inmobiliaria, pero al contrario.
Es
lógico el cansancio de tantos luchadores que han protagonizado marchas,
realizados pancartas, redactado peticiones y quizás hayan decaído las
protestas. Pero es más posible que no aparezcan en los medios, prefiriendo
ocuparse de casos “puntuales” de corrupción, que siempre acaban entrando en el
juego del “anda que tú”. Gürtel vs. EREs.
Mientras
seguirán recortando, seguirán amordazando, seguirán con sus políticas de ajuste
para que el 1% de la población tenga la misma riqueza que el 99% restante.
Porque gobiernan para ellos, mienten por ellos y luego cobran de ellos.
Y la pena, Javier, es que tu discurso no es catastrofista, sino realista.
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