Catalina Rodríguez nos ofrece aquí una estupenda biografía
para acercarnos a la figura del misterioso y legendario Muyley ahmed Ben
Mohammed el Raisuni. No es la primera vez que Catalina Rodríguez se acerca a
este personaje, ya tradujo para la misma editorial la descripción que hizo la
viajera inglesa Rosita Forbes. La autora es doctora en filología Inglesa,
profesora de inglés y traductora, nos traslada en esta – y en otras obras – su
amor y conocimiento por el antiguo protectorado español de Marruecos. Allí
vivieron sus abuelos –nos recuerda en el prólogo– que le transmitieron su
fascinación por la zona y por este “príncipe bandolero”. Una fascinación que
continúa viva, no sólo en el Magreb: Sean Connery y Candice Bergen
protagonizaron la película El viento y el león, lejanamente, muy
lejanamente, recreó la figura de Raisuni
El desarrollo del relato tiene un pie en la antropología,
tanto para la descripción de ambientes como para el arquetipo que supone un
personaje inmerso en la leyenda. También se aprovecha de las cualidades
literarias y del conocimiento de la naturaleza humana de la que hace gala la
autora. Hay que destacar el rigor en la documentación biográfica, los archivos
y las fuentes orales que queda patente en la ambientación del contexto
geográfico e histórico.
Raisuni es un personaje poliédrico, muy complejo, sobre todo
cuando contrastamos la visión del europeo (ladrón, insurgente, ahora lo
hubiéramos llamado terrorista) con la fama que adquirió entre los suyos de
héroe romántico (un poco como la controvertida figura de Pablo Escobar, el
narcotraficante). Es de agradecer que, en contra del consejo publicitario
habitual, Catalina Rodríguez, entre la historia y la leyenda, haya decidido
ahondar en la historia, mostrando, eso sí, cómo fue admirado el personaje en su
época. Una figura fascinante también para los europeos que adolecían de la
visión colonialista, lo que Samir Naïr denomina orientalismo. Siguiendo
la estela de Raisuni podemos conocer la situación de los pueblos rifeños,
acercarnos a su vocabulario, sus peculiaridades y su retórica gracias a la
precisión y claridad en el uso de la terminología a la vez que se disfruta de
una lectura ágil. Es llamativo que, existiendo tanta documentación, siga
permaneciendo el mito.
Catalina Rodríguez utiliza técnicas cinematográficas para
amenizar la narración, puede comenzar con un arranque espectacular, como en el
cine de aventuras y luego combinar con la descripción histórica, social y
antropológica como quien abre un plano después de una secuencia de acción. Pero
no es una biografía novelada como la de David López García. De esta forma se
ponen de relieve los complejos intereses de las potencias coloniales y los
grandes complejos industriales europeos que andaban detrás. El personaje no es
mitificado, sólo se constata su estatus de leyenda. No se justifican sus actos
ni se minimiza su crueldad, se contextualiza en un mundo de gobiernos ineptos y
gobernantes rapaces. Una historia olvidada de forma premeditada, la del
colonialismo español en el protectorado español aparece de forma clara.
Este bandido generoso saltó a la fama con el secuestro del
industrial Perdicaris, que lo dio a conocer en el ámbito internacional. Se hizo
respetar y consiguió adaptarse – con mayor o menor fortuna – a las
circunstancias cambiantes de un mundo convulso, el anterior a la II Guerra
Mundial, lo que Stefan Zweig denominó el mundo del ayer, lleno de
intrigas entre alemanes, ingleses y franceses. Realmente difícil es
explicar las complejas relaciones internacionales que afectaron al periplo
vital de Raisuni. No sólo se necesitan habilidad novelística y sagacidad
psicológica para comprender la figura, sus motivaciones y sus condicionantes
culturales, religiosos, también coyunturales e históricos. La complejidad de
las relaciones personales e institucionales del sultán y los jefes de las
cabilas, entre ellos y con los europeos y las empresas europeas, alemanas,
principalmente
Resulta muy interesante contrastar dos figuras básicas de la
historia de la lucha contra los europeos en el protectorado de Marruecos,
Raisuni y Abd-el-Krim, el primero fue el fin de una era casi medieval, el
segundo, el inicio de otra, la de los movimientos de liberación de lo que será
el llamado Tercer Mundo. Otro actor fundamental fue el polémico General
Silvestre, derrotado en el desastre de Annual y cuyas acciones en el
protectorado fue determinante en la peripecia vital de Raisuni.
El apéndice gráfico aporta numerosas imágenes y fotografías
que ayudan de manera efectiva a situar y poner rostro a unos personajes y
situaciones perfectamente perfilados en el texto. El testigo excepcional de la
viajera Rosita Forbes, fascinada por el exotismo del Magreb nos ofrece un
material de primera mano para acercarse al personaje. La bibliografía es
oportuna, a la que habría que añadir el recién aparecido libro de Carlos Essainer
y Tomasich, con fuentes históricas y textos literarios que ayudan a explicar y
comprender todos los sucesos que sazonaron la intensa vida del Sultán de las
Montañas.
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