miércoles, 9 de enero de 2019

Reseña de Ballerina Vargas Tinajero: ‘Antolejía. Poemas para limpiar el váter’. Ediciones Liliputienses. Isa de San Borondón. 2015


“Ser por una sola vez / Diosa o hembra hambrienta / Hija de la Noche y de un poema / Simonetta o Mata Hari / … / Una mujer fatal de esas a las que cantan / Gimferrer o Álvarez / Montalbán o Luis Alberto / Näyade terrible o cabra espejeante / Meravigliosa creatura de Nannini / … / Hasta que exudes mi nombre / Nada / Hasta que olvides el tuyo / Nadie” (Súcubo)

Primer y, hasta ahora, injustamente, último libro de poemas de esta sevillana que probó el periodismo y sucumbió a la enseñanza de Lengua y literatura en un instituto público. Ínfula barataria es el nombre de su blog donde comparte aficiones de cine, series, videojuegos. A pesar de la advertencia, “No cometas el error / De confundirme con lo que escribo” (Lo mío no es normal), que parafrasea la cita inicial de Cavafis, es grande la tentación de ver estos poemas como una descarnada ficción autobiográfica (“Te he visto por aquí antes / Me suena la máscara que llevas puesta”, Completo). Lo sospechamos por esa especie de declaración de principios contra lo ñoño y lo académico, contra “esos culturetas”. Predomina la ironía y sarcasmo, la acidez en la mirada hacia fuera, y, sobre todo, hacia dentro. Realismo bastardo, cotidiano y fiero: “Y me siento culpable por ser parte / De este momento / Por recibir este regalo / Que ni pedí / Ni quiero” (California girls). Como Eva Vaz o Rosario Troncoso, parece como si la autodestrucción consistiera en desnudar su yo poético con la sospecha de que es su yo real, independientemente de si utiliza la primera persona o adopta otro punto de vista, ironía y crueldad con una misma.
                Entre los versos conviven Novalis (“Pero mi corazón, en secreto, / Permanece fiel a la Noche” y Cindy Lauper (“girls just wanna have fun”, California girls), de Cavafis a Phil Collins, Regreso al futuro y Hörderlin, Borges…: “De San Juan ni de Novalis / acaso una de Young / o de Chavela” (Mindfulness). Cita a Homero y Los secretos en el mismo poema (Impotencia) con la cotidianeidad. Abunda el vocabulario no específicamente poético, expresiones coloquiales, marcas, referencias a la cultura pop, portadores del Anillo, Leonardo di Caprio, Winslet , Yoda, Escarlata O’Hara…: “Qué gusto dan / a veces más que un polvo / Las cosas más elementales / Quitarte unos zapatos / Una meada in extremis / Liberarte de un sujetador / O una faja” (Puente de Triana) cita de Setphen King: “Monster are real, ghosts are real too. / They live inside us,  and sometimes, they win”.
                Mirada fotográfica, fotograma a fotograma, cuadros vivos, cortos cinematográficos de un Bukowski sevillano, macarrismo de moteles y malas noches: “Todo me parece posible / Hasta morirme / De hastío de belleza” (Noctámbula); “Convertir cualquier portal / En un refugio antimisiles / En el pecho de mi madre / Para pasar la borrachera” (Propósito). Una mirada especialmente dotada para el detalle: “Abro un armario y encuentro solitaria / Una caja de cereales de esos de la rana / Y miro el botellín casi lleno en mi mano / Por qué no / Y lo escancio sobre el maíz azucarado / Porque el brick de leche tiene abrefácil…” (A negro).
“No te interesa mucho mi cuerpo
Lo usas rápido y torpe
En un polvo culpable que nunca
Te servirá de remedio
 /… /
Y me alejo camino del puerto
 A cantar mi canción a otros Ulises
con una carrera en la media
Y un condón menos en el bolso” (Completo)
                Entre sus influencias se detecta a José Luis Piquero, Felipe Benítez Reyes (“Noche de Reyes), Carver y, por supuesto, Marcos Matacana, con quien coincide en la narratividad  y a quien dedica (Ay tus labios), amén de reflejos machadianos (“Mi infancia son decretos de mis padres” (Retrospectivas).
“Los ojos entreabiertos
Un momento lo justo
Para ver que Melchor llevaba puestas
tus babuchas de andar por casa
Y ese olor familiar que no era
Incienso ni mirra precisamente
Mezcla de sudor de día de trabajo en el bar
y de ducados
/… /
No me sentí más sabia ni mayor
Sola muy sola
Perdida por un bazar
Repleto de baratijas exóticas
/…/
Expulsada a babuchazos
 Del tiempo lento del parapeto
De la efímera ficción de la infancia” (Noche de reyes)
A pesar de la fiereza, también hay mucha ternura en sus versos, especialmente la infancia y la juventud (Descampado): “Y volver contigo al tiempo / De la costra en la rodilla / De la peonza y el rabo / cimbreante de lagartija / Del pantalón vaquero / con agujeros los calcetines / Y churretes en la cara / La pantera Rosa V / Blancas tardes uñas negras / Los cinco duros / qué grandes / De los abuelos el domingo” (Contigo). Miradas nostálgicas a la niñez (“Mi mundo contenido en aquel coche”, V-0349-AK) o cómo pasar de odiar a Marley, Triana, Black, Pareja Obregón, Lole y Manuel y preferir a Hombres G, Mecano y New Kids on the Block, una época que está presente, ahora, vista como espectadora  (“Cómo explicarte / Que no te he parido pero / Pareces hecho de todo / Lo que una vez / a long time ago / in a galaxy far far away / Hubo en mí de bueno”, La certeza), desde fuera, en un mundo lleno de adolescentes donde, aunque se quiera: “Hablar del Mangafest de Abraham Mateo / Del examen de Física y de un tal Chaco / Que por lo visto / Es quien les lleva la hierba / Y estoy por pedirle el número / Y entonces recuerdo que para ellos / NO soy más que una vieja” (Bus Stop)
 “Hay instantes que
mientras duran
mientras mueren
y matan
Justifican
una vida

incluso esta

Luego está lo demás
el vacío
lo oscuro
el silencio
Lo que queda fuera
De los límites
Del filo
De los días
Que compartimos” (Destello)
                En la tercera parte, Las cosas del querer, son las relaciones de pareja las que ocupan el centro temático: “Siempre fue inmensa en tus ojos / Nunca me sentí fea / En el paréntesis de tus pestañas” (Paréntesis), sin dejar de lado la ironía y sarcasmo [Nevermore (o Vacaciones en familia)] ni la añoranza de la adolescencia salvaje: “Nunca fui nunca quise / Ser una princesa de cuento / … / No espero que nadie me salve /… / cuando te dije que te quería / No buscaba un príncipe / Ni un anillo en el altar / Ni un chalet en Torrevieja / Ni un heredero” (Fairy Tale). Ballerina Vargas Tinajero hace gala de antirromanticismo: “No recuerdo si / Alguna vez / Llegué a decirte que te quería // Creo que sí / muy bajito / Te diste la vuelta / y arrastraste / contigo la manta que aún conservaba / nuestro calor / nuestro sudor / Y te rascaste el culo” (Frozen); “Pide permiso coño / O avisa antes / De desvanecerte / de golpe / Puto recuerdo impertinente / Y dejarme tirada” (Toc Toc); “Yo puedo ser tu puta Paco / Créeme / NO tendría ningún problema / Si por una vez / me tratases como una princesa” (Efecto Grey); “Porque en noches como esta / Me la sudan / Y no sabes de qué modo / Neruda el destino la metafísica” (Impotencia). Sin embargo parece que le gustaría “A dónde va el amor que muere” (Dónde con una cita de Bécquer) o en la “Breve historia sentimental en cinco haikus (o algo así)): Amar: “sentirme tuya / Sin contar en la lista / de tu inventario” hasta el Olvido: “No saben ya / Donde demonios puse / Lo que no busco”.
                La última parte, La resaca, tiene una estructura narrativa, por episodios. Escenas donde se conjura lo fatal cotidiano (Back in black, La Bola y el cristal: “Viva el mal / Viva el Prozac”): Despertará / Con glass ajeno en los labios / Restos biológicos de príncipes / ojito con ellos chica / Que tenían más que tú / De princesa” (Sibila). Lo terrible de la belleza rilkeana:
 “Me pregunto si alguna vez brillé así
no lo sé
Se aleja y al perderlos de vista el mundo
Me ha parecido de nuevo más oscuro
más frío
más feo
como si algo terrible y divino hubiese muerto”
Son momentos de gran intensidad lírica en (Ispahán), de lucidez vital (“Es mentira / No es el tiempo / El que hace de nosotros / Lo que somos”, Antes), de sensaciones físicas penetrantes “La boca me sabe a ceniza / La chimenea lleva todo el día apagada”, Cenicienta). Mezclando la tragedia y la comedia, frío y muerte son sensaciones que acompañan al poeta:
“Lloradme
Lloradme mucho durante la ceremonia
Hasta que se os sequen los sesos
Que todo el mundo se suene
escandalosamente
Y se abrace
No quiero a nadie entero” (Instrucciones para mi funeral).

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