viernes, 13 de noviembre de 2020

Reseña de Yolanda Ruano Laparra: ‘Autorretrato de Zenobia Camprubí’. Editorial Universidad de Córdoba. 2020

UCOPRESS - UNIVERSIDAD DE CÓRDOBA U.C.O. -

Este volumen ha resultado premiado en el XIII Premio Nacional de Ensayo Leonor de Guzmán y nos permite acercarnos a la personalidad fascinante de Zenobia Camprubí sin tener que recurrir a su faceta de pareja de Juan Ramón Jiménez. Yolanda Ruano Laparra, actualmente profesora de secundaria, demuestra sobrados conocimientos para situar en el contexto cultural y social la figura de Zenobia. Licenciada en Filología Hispánica, forma parte del Grupo de Investigación Estudios Filológicos y Lingüísticos de la Universidad de Almería No es el único intento de clarificar la significación de esta escritora en este año, Emilia Cortés acaba de publicar en Alianza Editorial, una extensa biografía, Zenobia Camprubí, la llama viva.

Yolanda Ruano se apoya en la asentada investigación que se ha ido completando en estos últimos años sobre el protagonismo, oscurecido por el tiempo, de las mujeres en el primer tercio del siglo XX, la bien llamada Edad de Plata. Aquellas que vivieron a caballo entre la generación del 98 y la del 27, las llamadas sinsombrero y que sufrieron los cambios culturales y sociales del desarrollo económico. Fueron los años de apertura de España a Europa, los de la regeneración urbana, con las grandes avenidas y los hoteles lujosos, los años de la moda más atrevida y desafiante, las herederas de las flappers, mujeres que empezaron a disfrutar de la posición social que sus homólogos varones ya venían ocupando desde siempre. Fiestas de la alta sociedad, clubes de señoritas, los inicios de la Residencia de señoritas y de las primeras becas para estudiar en el extranjero. De todo aquello Zenobia Camprubí no solo fue espectadora, en muchos casos fue parte activa.

La fuente fundamental es, sin duda, la serie de diarios de la escritora, que afortunadamente se han ido publicando. Begoña Méndez también reflexionaba sobre la utilización del diario en las mujeres como instrumento, como tecnología del yo. En el caso de Zenobia, comenzó siendo una obligación materna para que comprobara ella misma lo poco que aprovechaba la vida. Lo que podemos comprobar, sin embargo, es su inmensa labor más allá de servir de apoyo a su marido. Otras fuentes interesantes provienen de los epistolarios, que dibujan una mujer con iniciativa, que reflexiona y actúa. La autora abre la labor para un estudio más profundo de su obra, todos los textos, los trabajos de sus clases de Universidad, las conferencias, traducciones y su poesía. La tesis que subyace en el ensayo de Yolanda Ruano es la “construcción del ‘yo’ pedagógico y literario” de la autora, que se realiza, principalmente a través del mecanismo del diario, en toda su extensión, literaria y, sobre todo, sistemática.

La posición privilegiada de la que Zenobia Camprubí partía le supuso una base sólida para su actividad. En cambio, para muchas de sus contemporáneas, pertenecer al estrato más acomodado simplemente las relegaba a una educación meramente decorativa y un papel muy secundario en la cultura, incluso dentro de la esfera social e íntima. Zenobia toma partido y lucha para que la instrucción de la mujer alcance a muchas y que así se comience la emancipación.

Con gran claridad expositiva, Yolanda Ruano recopila la obra de Zenobia, para luego situarla en el contexto sociocultural, la Junta de Ampliación de Estudios, y sobre todo el Comité para la Concesión de Becas a Mujeres Españolas, la Residencia de Señoritas y el Lyceum Club Femenino. Otras autoras de consistencia, como Mercedes Gómez Blesa, avalan esta reivindicación del enorme papel que tuvieron este grupo de mujeres, clave para comprender el desarrollo de la lucha por la emancipación, pero también para conocer la aportación cultural, al margen de la consideración de género. Algo que se agradece es apartar la consideración de fenómenos extraños, de la actitud del etnógrafo en una tribu, que resalta lo excepcional con cierta condescendencia. La reivindicación de estas mujeres tiene mucho más que ver con la justicia que con sobredimensionar a unas pioneras. La obra literaria, por ejemplo de la propia Zenobia Camprubí merece una reivindicación literaria objetiva. Con el mismo apasionamiento que una escribe sobre la vida, tenemos a Yolanda Ruano revisando su labor literaria.

 

 

No hay comentarios:

Publicar un comentario