viernes, 10 de febrero de 2023

Reseña de ‘Pena negra’. InLimbo narrativa. 2022 Antología coordinada por María Zaragoza.

PENA NEGRA: 11 (InLimbo Narrativa) : Zaragoza, María: Amazon.es: Libros

 

La novelista María Zaragoza ha conseguido reunir en Pena negra un ramillete de 10 relatos cuyo nexo en común es el folclore español y la copla para contraponerse a la influencia del terror anglosajón. En palabras de la antóloga, se trataba de comprobar que tanto las canciones como el género del terror tenían en común el hablar de lo que no se pone en voz alta normalmente. La iniciativa surgió en el GolemFest de Valencia del año 2021 y la primorosa editorial InLimbo tomó el testigo.

Cada uno de los relatos está referido a una figura de la copla o del cuplé. Todas ellas tienen en común un desafío a los convencionalismos que les otorga una personalidad peculiar y muy fuerte que siempre se ha traducido en las interpretaciones. Más que una disquisición entre la alta y la baja cultura, lo que hay detrás es la filosofía de lo popular en el sentido de patrimonio del pueblo, que siempre ha sabido liar con lo inquietante. Esa es una palabra que, en idioma alemán, tiene la misma raíz que hogar y precisamente se ha procurado que lo desasosegante se instale en el propio hogar y lo cotidiano. Se recurren a los universos lorquianos, del duende, del deseo más arrebatador y de la paradoja y del humor. Una perspectiva irreverente y a veces gamberra de la tradición donde se une el terror, lo fantástico, lo macabro y lo queer.

Hay un miedo que va creciendo en mi tripa, que se hace impaciente e intranquilo, como un bebé moviéndose en mi útero. Una parte de mí me dice que he de irme de aquí mientras pueda. Otra, que ni se me ocurra echarlo a perder. ¡Me siento tan bien! Como una única pieza que no conoce las diferencias entre las distintas partes que la conforman. Como si mi vida hubiera cobrado la forma precisa, lo cual, por supuesto, es verdad. Ahí están. Ya los veo. Vienen armados con martillos, cuchillos y palos, pero no son nada. Los primeros, al verme, intercambian unos comentarios airados, aunque sus palabras son sosas y no tienen nada de vida. Así deben ser las conversaciones entre los muertos (Ariadna Castellarnau, La sustracción)

El mundo del artisteo que pone el punto de partida incluye a Tina de Jarque, Estrellita Castro, Teresita Saavedra, Concha Piquer, Miguel de Molina, Lola Flores, Imperio Argentina, La Bella Dorita, Marifé de Triana y Sara Montiel La nómina de autores es impresionante, comenzando por la cubierta de Pilar Lozano: Mado Martínez, Juan Soto Ivars, Jimina Sabadú, Gemma Solsona, F. David Ruiz, Isabel del Río, Ariadna Castellarnau, Dimas Prychyslyy, Nerea Pallares y Eva Díaz Riobello. Alguno de los cuales son ya veteranos en InLimbo a los que se unen figuras menos habituales por estos lares. En cierta forma se puede rastrear un hilo en común que los conecta con la propia narrativa poliédrica de María Zaragoza. El nivel de los relatos es impresionante y la diversidad proviene del enfoque y el estilo, no de la calidad. El dominio de la tradición de la literatura de terror es patente en los autores y provee de recursos estilísticos y giros de guion bien sustentados.

El taxista la ha dejado en la dirección venida, no hay duda. A la luz de la única farola de la calle y ante una puerta gigantesca y más negra que la desventura de La Parrala, Esmeralda echa un último vistazo a la tarjeta de visita que la ha llevado hasta allí. Con un murmullo, lee una vez más las letras áureas grabadas sobre un fondo que asemeja un bosque: «Lola Puñales: gabinete de curiosidades y prodigios cañí», y aspira el aroma a añejas rosas de té que ún se desprende del primoroso trozo de cartón” (Gemma Solsona Asensio: Eso vino en un barco)

Lo oscuro proviene en ocasiones de la perspectiva que aporta el autor, pero a veces no es necesario otro recurso que narrar con fidelidad una historia, como la de Miguel de Molina para hacer temblar la piel. Se ha superado la tentación de volcarse en una especie de anacronismo temporal/estilístico al estilo de Hansel y Gretel cazadores de brujas, o de Orgullo, prejuicio y zombies. Más bien al contrario, se ha procurado añadir temas de actualidad, como por ejemplo, la postura queer al análisis de personajes como en el relato de Mado Martínez o David Ruiz. Las relaciones tóxicas son denominadas así en los últimos tiempos, pero siempre podremos rastrearlas en figuras más tradicionales. El relato de Nerea Pallarés puede ser un ejemplo excelente de esta hibridación.

A Marifé La Santa Negra le decían a menudo que su historia era digna de novela. Cada vez que contaba un pedacito de su vida los interlocutores le exigían con urgencia una biografía. Tienes que escribir tus memorias. Qué pesados, cuántas veces se lo habrían dicho ya. Pero no, a ella le bastaba con haberlo vivido. La adoptaron de muy chica, apenas un bebé de mofletes hinchados al que le pusieron el nombre hortera de Patricio: Patricio el abuelo, el padre y el hijo, que cómo se atrevió a romper la promesa de toda una dinastía que buscaba con desesperación un primogénito (Nerea Pallarés, La Casa de LaSanta)

Pena negra es una declaración de amor a la tradición de cupletistas y figuras de la copla que marcaron, como tantas veces se dice, una educación sentimental. Como sucede en los clásicos y en las grandes historias, viven y perviven en una continua reinvención y adaptación a los tiempos. Pena negra es un canto de amor –y humor– a la literatura fantástica, pero sobre todo una excelente manera de disfrutar de la literatura sin epítetos.

 

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