martes, 26 de mayo de 2020

Reseña de Antonio Manilla: ‘La última luz de Roma’. Cuadernos de Humo Veintinueve. 2020


La última luz de Roma, de Antonio Manilla – El Cuaderno


“Jamás fuimos más fuertes que cuando estuvimos a punto de ser vencidos”

El leonés Antonio Manilla lleva publicados 8 libros de poesía. Su labor periodística ha sido merecedora de varios reconocimientos. Escribió la biografía del magnate hispano-mexicano Antonio Fernández (Un empresario modelo) y la serie de historias biográficas Mentes maravillosas. Ha publicado ensayo (Ciberadaptados), novela (Todos hablan, 2020) y literatura infantil y juvenil. Coordina la poesía de la revista digital Epicuro y mantiene una columna semanal en el Diario de León.
                El título de esta entrega es claramente deudor de Kavafis: “No fue necesario esperar la avenida de los bárbaros porque los bárbaros estaban entre nosotros, esperando la ocasión de desvelarse” (No, nunca, jamás). El gran medievalista Robert Fossier en la introducción a la Historia de Europa en la Edad Media, recordaba que no había grandes diferencias entre el espíritu violento de romanos y bárbaros: “Solo nosotros, de entre todas las civilizaciones devastadas, podemos decir que conocíamos las caras de los bárbaros. // Pobre honor de haber sido vecinos, hermanos o amantes de aquel que iba a derrotarnos” (No, nunca, jamás).
                Metafóricamente, el bárbaro que llevamos dentro, como sociedad y como persona es el protagonista de esta colección de textos en prosa y verso. Las referencias históricas reales, como las de Valente el emperador sirven para encuadrar poemas, digamos históricos. El testamento de Marco Aurelio, como todas las introducciones, son textos más expositivos que poéticos, sin dejar el estilo elegante y conciso de Manilla. Advierte, en este caso, que este filósofo fue el primero en admitir bárbaros como colonos y como federados: “De los hombres, / hay algo que sabemos: /saben fingir en la derrota, / pero no se someten ni aceptan el olvido” (El testamento de Marco Aurelio).
“Bajo esta tierra duermen sin descanso
un sueño de leones
hombres que imaginaron el mundo en sus extremos” (Confines)
Valente, Estilicón, aquel incomprendido general que Honorio destituyó y ejecutó, logrando que sus tropas engrosaran los ejércitos de Alarico quien saqueó Roma en el 410. Poemas más rigurosamente históricos, como una mise en scène (Enemigo Público), mientras que otros encajan más en la alegoría. Zenón, general que pudo heredar el Imperio reunificado murió misteriosamente. Roma “Permanece en su sitio, / más yo no soy el mismo” (Espero despertar en un rincón de Isauria); Julio Nepote: “Me sostiene la inercia del pasado. // Soy esa altiva ruina / que un día y otro hacen frente a los vientos / y una tarde se desmoronan al paso de los pájaros, / vencida por el aire de su vuelo” (Altiva ruina).
                Este valiente volumen, rigurosamente histórico y profundamente poético se sirve ilustrado por los dibujos de Hilario Barrero.

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