Estamos de celebración, un número redondo da cuenta del recorrido consistente de esta revista que reivindica que la poesía ayuda a vivir. Como es habitual, la directora, Isabel Marina se encarga de los preliminares y Andrés Calvo Kalch, da cuenta de las imbricaciones entre la poesía y la creatividad con la psicología y el dese en concreto.
Uno de los platos fuertes es la extensa entrevista que Isabel Marina hace al gran Eloy Sánchez Rosillo, poesía reflexiva y celebradora de la vida en todos sus detalles, contempladora, como dice el propio poeta: “El poema no se construye o edifica. Surge en el papel y comienza a respirar ahí como un ser vivo. Es un milagro, lo mismo que sucede con el crecer de una planta o de un árbol, con el bullicio alegre de un nido en el que han venido al mundo unos jilgueros”. Acompaña la entrevista una selección de poemas, desde Elegías (1984), Autorretratos (1989)… hasta La rama verde (2020).
Teresa Garbí reflexiona sobre el compromiso vital de Juan Gil-Albert, defendiendo “la capacidad de Juan Gil-Albert para ser un ejemplo”. También hace la propia Teresa Garbí una selección de poemas del siempre elegante poeta de Alcoy.
Pelayo Fueyo entrega un inédito de El envés del poema: La imperfección del poema Inmediatamente Javier Sánchez Menéndez también ofrece una serie de fragmentos de Nicanorías.
La sección de poemas inéditos incluye a Ángel Alonso (“Y allí sigo esperando todavía, / confiando en su palabra, a que regresen, / y concluyamos juntos nuestro fuerte”), Agustín Alonso Biscayar (“mi voz que ha estremecido todos los bordes de tu cuerpo”), Carmen Canet (“¡Cuánta falta hacía mi propio desorden! // Cuando por fin te fuiste: / ordené mi vida”), José Carlos Díaz (“Me asomo con ahogo a la ventana, / igual que al torno de un hospicio”), Daniel Fernández (“Y yo: «Vuelve, corsaria, y echa el cierre / a esta horrible comedia bizantina»”), Aitor Francos (¿Estamos todos vivos / en medio de la nada?”), Bárbara Grande Gil (“De pronto creces y no dejas de llorar. /…/ Ay, Dios, para qué habrás llorado tanto”).
Continúan Ioana Gruia (“Si el único país es la memoria, / no la real sino la que se inventa”), Antonio Manilla (“Y ese lugar sin nadie que es mi infancia / lo he sentido habitado”), Ainhoa Martínez Retenaga (“Lenta la torva mirada de los hijos muertos / como simiente hueca ante mis pies llenos de hambre”), Yurisán Menéndez Navarro (“Tal vez nuestro mejor legado sea / haberles celebrado días del libro”), Marta Mori (“Ciega y sorda, / apalpo la to ausencia / y sélo: / la única evidencia / ye un futuru sin ti”), Rodrigo Olay (“Se enredaba su voz en la enramada / y no llegaba a donde yo dormía”), Ricardo Pochtar (“Las palabras que se han frotado con los sueños tienen rodillas más firmes, son potrillos que acaban de nacer y echan a andar”), Francisco Priegue (“Tu madre camina sobre melocotones dulces / y ahora es ella la que encierra la rutina / en tarros de mermelada”), Carmen Yáñez (“Su Dios al fin escucha y bendice / su campo con piedad de lágrimas. / O eso cree el pobre hombre que tiene siempre guardada la esperanza”) y José María Ysmer (“Un hombre es su voz hasta que calla, / después es el recuerdo de su grito / y el olvido”).
Las reseñas corren a cargo de Ángel Alonso sobre Blanco roto(Libros de Canto y cuento), de Carmen Fernández Rey. Jesús Cárdenas comenta el último libro de César Rodríguez de Sepúlveda, Pájaro en la luz (Mahalta ediciones). Un servidor reseña Desvestir el cuerpo (Lastura) de Jesús Cárdenas mientras que Faustino Lobato hace lo propio con Todavía el asombro (El gallo de oro), de Javier Gilabert. Por último Juan Francisco Quevedo analiza la poesía reunida de Carlos Alcorta, Acto de presencia (Ediciones Trea), y, para terminar Isabel Marina se encarga de Una forma de esperanza (BajAmar editores), de Asier Vázquez Baños.
Una excelente noticia haber llegado a los diez números y con ánimo para continuar.
Reseña de la revista Ítaca, nº 10 Invierno 2024.
Estamos de celebración, un número redondo da cuenta del recorrido consistente de esta revista que reivindica que la poesía ayuda a vivir. Como es habitual, la directora, Isabel Marina se encarga de los preliminares y Andrés Calvo Kalch, da cuenta de las imbricaciones entre la poesía y la creatividad con la psicología y el dese en concreto.
Uno de los platos fuertes es la extensa entrevista que Isabel Marina hace al gran Eloy Sánchez Rosillo, poesía reflexiva y celebradora de la vida en todos sus detalles, contempladora, como dice el propio poeta: “El poema no se construye o edifica. Surge en el papel y comienza a respirar ahí como un ser vivo. Es un milagro, lo mismo que sucede con el crecer de una planta o de un árbol, con el bullicio alegre de un nido en el que han venido al mundo unos jilgueros”. Acompaña la entrevista una selección de poemas, desde Elegías (1984), Autorretratos (1989)… hasta La rama verde (2020).
Teresa Garbí reflexiona sobre el compromiso vital de Juan Gil-Albert, defendiendo “la capacidad de Juan Gil-Albert para ser un ejemplo”. También hace la propia Teresa Garbí una selección de poemas del siempre elegante poeta de Alcoy.
Pelayo Fueyo entrega un inédito de El envés del poema: La imperfección del poema Inmediatamente Javier Sánchez Menéndez también ofrece una serie de fragmentos de Nicanorías.
La sección de poemas inéditos incluye a Ángel Alonso (“Y allí sigo esperando todavía, / confiando en su palabra, a que regresen, / y concluyamos juntos nuestro fuerte”), Agustín Alonso Biscayar (“mi voz que ha estremecido todos los bordes de tu cuerpo”), Carmen Canet (“¡Cuánta falta hacía mi propio desorden! // Cuando por fin te fuiste: / ordené mi vida”), José Carlos Díaz (“Me asomo con ahogo a la ventana, / igual que al torno de un hospicio”), Daniel Fernández (“Y yo: «Vuelve, corsaria, y echa el cierre / a esta horrible comedia bizantina»”), Aitor Francos (¿Estamos todos vivos / en medio de la nada?”), Bárbara Grande Gil (“De pronto creces y no dejas de llorar. /…/ Ay, Dios, para qué habrás llorado tanto”).
Continúan Ioana Gruia (“Si el único país es la memoria, / no la real sino la que se inventa”), Antonio Manilla (“Y ese lugar sin nadie que es mi infancia / lo he sentido habitado”), Ainhoa Martínez Retenaga (“Lenta la torva mirada de los hijos muertos / como simiente hueca ante mis pies llenos de hambre”), Yurisán Menéndez Navarro (“Tal vez nuestro mejor legado sea / haberles celebrado días del libro”), Marta Mori (“Ciega y sorda, / apalpo la to ausencia / y sélo: / la única evidencia / ye un futuru sin ti”), Rodrigo Olay (“Se enredaba su voz en la enramada / y no llegaba a donde yo dormía”), Ricardo Pochtar (“Las palabras que se han frotado con los sueños tienen rodillas más firmes, son potrillos que acaban de nacer y echan a andar”), Francisco Priegue (“Tu madre camina sobre melocotones dulces / y ahora es ella la que encierra la rutina / en tarros de mermelada”), Carmen Yáñez (“Su Dios al fin escucha y bendice / su campo con piedad de lágrimas. / O eso cree el pobre hombre que tiene siempre guardada la esperanza”) y José María Ysmer (“Un hombre es su voz hasta que calla, / después es el recuerdo de su grito / y el olvido”).
Las reseñas corren a cargo de Ángel Alonso sobre Blanco roto(Libros de Canto y cuento), de Carmen Fernández Rey. Jesús Cárdenas comenta el último libro de César Rodríguez de Sepúlveda, Pájaro en la luz (Mahalta ediciones). Un servidor reseña Desvestir el cuerpo (Lastura) de Jesús Cárdenas mientras que Faustino Lobato hace lo propio con Todavía el asombro (El gallo de oro), de Javier Gilabert. Por último Juan Francisco Quevedo analiza la poesía reunida de Carlos Alcorta, Acto de presencia (Ediciones Trea), y, para terminar Isabel Marina se encarga de Una forma de esperanza (BajAmar editores), de Asier Vázquez Baños.
Una excelente noticia haber llegado a los diez números y con ánimo para continuar.
Reseña de la revista Ítaca, nº 10 Invierno 2024.
Estamos de celebración, un número redondo da cuenta del recorrido consistente de esta revista que reivindica que la poesía ayuda a vivir. Como es habitual, la directora, Isabel Marina se encarga de los preliminares y Andrés Calvo Kalch, da cuenta de las imbricaciones entre la poesía y la creatividad con la psicología y el dese en concreto.
Uno de los platos fuertes es la extensa entrevista que Isabel Marina hace al gran Eloy Sánchez Rosillo, poesía reflexiva y celebradora de la vida en todos sus detalles, contempladora, como dice el propio poeta: “El poema no se construye o edifica. Surge en el papel y comienza a respirar ahí como un ser vivo. Es un milagro, lo mismo que sucede con el crecer de una planta o de un árbol, con el bullicio alegre de un nido en el que han venido al mundo unos jilgueros”. Acompaña la entrevista una selección de poemas, desde Elegías (1984), Autorretratos (1989)… hasta La rama verde (2020).
Teresa Garbí reflexiona sobre el compromiso vital de Juan Gil-Albert, defendiendo “la capacidad de Juan Gil-Albert para ser un ejemplo”. También hace la propia Teresa Garbí una selección de poemas del siempre elegante poeta de Alcoy.
Pelayo Fueyo entrega un inédito de El envés del poema: La imperfección del poema Inmediatamente Javier Sánchez Menéndez también ofrece una serie de fragmentos de Nicanorías.
La sección de poemas inéditos incluye a Ángel Alonso (“Y allí sigo esperando todavía, / confiando en su palabra, a que regresen, / y concluyamos juntos nuestro fuerte”), Agustín Alonso Biscayar (“mi voz que ha estremecido todos los bordes de tu cuerpo”), Carmen Canet (“¡Cuánta falta hacía mi propio desorden! // Cuando por fin te fuiste: / ordené mi vida”), José Carlos Díaz (“Me asomo con ahogo a la ventana, / igual que al torno de un hospicio”), Daniel Fernández (“Y yo: «Vuelve, corsaria, y echa el cierre / a esta horrible comedia bizantina»”), Aitor Francos (¿Estamos todos vivos / en medio de la nada?”), Bárbara Grande Gil (“De pronto creces y no dejas de llorar. /…/ Ay, Dios, para qué habrás llorado tanto”).
Continúan Ioana Gruia (“Si el único país es la memoria, / no la real sino la que se inventa”), Antonio Manilla (“Y ese lugar sin nadie que es mi infancia / lo he sentido habitado”), Ainhoa Martínez Retenaga (“Lenta la torva mirada de los hijos muertos / como simiente hueca ante mis pies llenos de hambre”), Yurisán Menéndez Navarro (“Tal vez nuestro mejor legado sea / haberles celebrado días del libro”), Marta Mori (“Ciega y sorda, / apalpo la to ausencia / y sélo: / la única evidencia / ye un futuru sin ti”), Rodrigo Olay (“Se enredaba su voz en la enramada / y no llegaba a donde yo dormía”), Ricardo Pochtar (“Las palabras que se han frotado con los sueños tienen rodillas más firmes, son potrillos que acaban de nacer y echan a andar”), Francisco Priegue (“Tu madre camina sobre melocotones dulces / y ahora es ella la que encierra la rutina / en tarros de mermelada”), Carmen Yáñez (“Su Dios al fin escucha y bendice / su campo con piedad de lágrimas. / O eso cree el pobre hombre que tiene siempre guardada la esperanza”) y José María Ysmer (“Un hombre es su voz hasta que calla, / después es el recuerdo de su grito / y el olvido”).
Las reseñas corren a cargo de Ángel Alonso sobre Blanco roto(Libros de Canto y cuento), de Carmen Fernández Rey. Jesús Cárdenas comenta el último libro de César Rodríguez de Sepúlveda, Pájaro en la luz (Mahalta ediciones). Un servidor reseña Desvestir el cuerpo (Lastura) de Jesús Cárdenas mientras que Faustino Lobato hace lo propio con Todavía el asombro (El gallo de oro), de Javier Gilabert. Por último Juan Francisco Quevedo analiza la poesía reunida de Carlos Alcorta, Acto de presencia (Ediciones Trea), y, para terminar Isabel Marina se encarga de Una forma de esperanza (BajAmar editores), de Asier Vázquez Baños.
Una excelente noticia haber llegado a los diez números y con ánimo para continuar.
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