viernes, 24 de abril de 2020

Reseña de la revista ‘Ítaca’. Poesía para ti. Nº 1. Otoño 2019


Dirige Isabel Marina, con el consejo de redacción de Ángeles Carbajal, José Luis García Martín, José Ignacio González, Ricardo Labro y Sandra Sánchez. La propuesta promete poesía más periodismo. Para homenajear el poema que da nombre a la revista, comienza con una serie de artículos.  Aundrés Calvo Kalch, psicólogo clínico, analiza el mensaje de Kavafis a través del pensamiento intuitivo, “el más evolucionado y en el que las partes racionales y las parte emocionales de nuestro cerebro se aúnan produciendo lo que en psicoterapia llamamos integración” (p. 3). Pedro Bádenas de la Peña, helenista, da cuenta del poeta alejandrino y selecciona 14 poemas.
     La segunda parte de Ítaca la componen una selección de poemas que inicia Piedad Bonnet: “A la luz del recuerdo él es tan alto que ella no ve su frente. Y sin embargo / qué nítido aquel cuarto y n su centro / la ternura quemante de los cuerpos, / que ahora se detienen en esa esquina triste, / convertidos en piedra para siempre” (Postales).  La nómina de poetas es variada de la concisión de Karmelo Iribarren (“Viejos sentados / en los bancos de las plazas /…/ quién sabe si hasta soñando / con una última oportunidad”, Estampa primaveral) a la reflexión profunda de Efi Cubero: “Todo conforme a todo / en el campo semántico /(se dice que en el cuántico tal vez) / de lo que avanza lento es la escritura, / compleja e irreal de lo que somos, / pensamiento que pesa, / soledad de una ausencia, / percepción y destino, / voz que lleva al extremo / en la locura de seguir sangrando, / sobre los folios de un saber esquivo, / entre la incertidumbre y la certeza, / sin que ni el tiempo ni la muerte importen” (Soma).  Trinidad Gan abunda en la condición de mujer (“Afortunada yo, que soy mujer / pues vientres sucesivos me desgranan / y en repetidas lunas veo crecer / no los ecos lejanos, la voz misma / de una memoria nuestra, rescatad /donde, viva, se guarda mi alegría”, De la fortuna). Vicente García dedica un poema a Manuel Alcántara.

José Iniesta (“Soy un pozo sin agua, como tú”, Atados a un sueño), José Luis Morante (“La decepción enseña / a pensar en voz baja”, En voz baja); Marcos Tramón (“¿Qué nos dirá más tarde de nosotros / la rosa que no está, el tiempo herido?”, Perplejidad); Rosario Troncoso (“Sobrevivo hueca / igual que un árbol hueco. / Muerto, pero de pie”), Antonio Rivero Taravillo (“El amor quita tiempo y lo concede”, Ganancia del tiempo que se pierde) para finalizar con Cármen Yáñez: “Tengo miedo de quedarme sin voz / quedarme con un hilo de ella / en la mano vencida del espacio” (Y en el silencio).
La revista se cierra con una serie de reseñas, Jesús Cárdenas analiza “Todos los relojes”, de Antonia Álvarez; Yasmín Álvarez, “Últimos poemas de amor” de Elsa López; Sandra Sánchez, “La vida menguante” de Pedro Luis Menéndez e Isabel Marina, “Suavemente ribera”, de Antonio Manilla. Damos la bienvenida a esta revista de poesía en la que hay cabida para la reflexión y una amplia gama de voces.

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